Florida- La Habana.

Para mí, hacer arte es una forma de comunicación con todos los seres humanos y con el futuro. A través de mi trabajo trato de expresar el significado del mundo al que pertenezco. Mi obra es una reflexión sobre la realidad específica de mi país. Usualmente utilizo el autorretrato como medio para meditar sobre el hecho de pertenecer a una isla donde la historia colectiva y el destino personal están en estrecha relación. Así, el motivo fundamental de mi obra es la recuperación cotidiana de una memoria individual y social ligada a la superación cotidiana de las dificultades. También mi obra está muy ligada a los sentimientos utópicos perdidos y la frustración del ideal socialista-emancipador, que son estados de ánimo propios de la sociedad actual.

Trato de utilizar diferentes soportes para el lenguaje plástico, según la variedad de significación de cada obra. He realizado muchos grabados, donde el personaje principal es una niña cuya imagen es una mezcla de un autorretrato y la imagen de Alicia en el País de las Maravillas. Esta niña tiene la función de comentar la historia reciente de mi país a través de relatos populares señalados por textos. En esta serie también incorporo personajes clásicos tomados de las caricaturas políticas populares cubanas, como Liborio y el Loco de Abela, que son símbolos del pueblo cubano durante el periodo Neocolonial.